Piñera vs. ME-O
Por Cristóbal Portales
Investigador de la Escuela de Periodismo de la Universidad Mayor
“A 7 meses del gobierno de Bachelet, ya estamos hablando de potenciales sucesores”.
Por Cristóbal Portales
Investigador de la Escuela de Periodismo de la Universidad Mayor
Tras la publicación de los recientes estudios de opinión CEP-Mori-CERC y Plaza Pública-Cadem, se pueden sacar varias conclusiones respecto de la carrera presidencial y los contenidos que la marcarán.
Primero, la falta de liderazgo político del Ejecutivo (medido en un declive de la valoración de su adhesión y gestión) y la profundización de una percepción de desigualdad (a pesar de las reformas) determinan que, a 7 meses de iniciado el gobierno de Bachelet, ya estemos hablando de potenciales sucesores. Dentro de esa nómina, quienes hoy asoman con mayores opciones son Marco Enríquez-Ominami, por el lado de la centroizquierda, y Sebastián Piñera, como opción aliancista.
Lo curioso en el caso del madurado líder del PRO es que, siendo un candidato outsider a la Nueva Mayoría, es quien más apoyo tiene entre los votantes de dicha coalición, y quien aparenta estar en mayor sintonía con su ADN inclusivo, tolerante pero pragmático. Mientras Walker, Andrade, Velasco, Quintana y Teillier ventilan públicamente sus diferencias y desafecciones frente a las reformas y deslices diplomáticos, ME-O parece jugar un rol de líder unificador, facilitador, con mirada de largo plazo. Parte del éxito de ME-O se explica, también, en la falta de coherencia de algunos liderazgos presidenciales (incluida la propia Presidenta), que tienden a actuar como cortesanos de grandes intereses empresariales y a hablarle a un electorado de derecha.
Por el lado de la Alianza, se hace cada vez más patente que el monopolio del liderazgo lo tiene Sebastián Piñera. Estratégico para omitirse del basural de acusaciones cruzadas traídas por el “Pentagate”, el ex Presidente actúa como tal y asume el rol de auténtico líder de la derecha liberal. Al tiempo que defiende el AVP, sataniza ciertos cimientos pro “igualdad” esbozados en el plan reformista de Bachelet que atentarían contra la libertad de las personas, de “emprendedores” como él y del 52% de la ciudadanía que cree vivir en un país “estancado”.
Es decir, hoy por hoy, quienes lideran las encuestas son precisamente quienes mejor han leído el escenario político y las necesidades de su sector. Uno como defensor de la igualdad pero en un esquema inclusivo y dialogante, y otro como promotor de las banderas de la libertad, sintonizadas por una mayoría de militantes de derecha y de algunos sectores que aparentan estar cada vez más descolgados de la Nueva Mayoría. Enríquez-Ominami versus Piñera, dos modelos de país enfrentados en una batalla que recién comienza.