Segunda mirada: Congreso de exportación
Durante la tarde de ayer, un grupo de diputados presentaron un proyecto de ley que pretende cambiar la cuenta presidencial del 21 de mayo al 1 de junio. El proyecto pretende “dejar de opacar” el día de las glorias navales con la cuenta pública anual del Presidente. Con esto, además, busca restablecer una longeva tradición […]
Durante la tarde de ayer, un grupo de diputados presentaron un proyecto de ley que pretende cambiar la cuenta presidencial del 21 de mayo al 1 de junio. El proyecto pretende “dejar de opacar” el día de las glorias navales con la cuenta pública anual del Presidente. Con esto, además, busca restablecer una longeva tradición criolla en que la cuenta presidencial se hacía el 1 de junio, entre los años 1833 y 1925. Esta idea se suma a las iniciativas de rescate de nuestra idiosincrasia, como el cambio de nombre del cerro santa lucía a Huelén o el 20% obligatorio de música chilena en la programación radial.
Es, sin duda, una actitud digna de ser celebrada. Nuestros parlamentarios quieran “trabajar más”, asumiendo como suyo el mandato que hizo la Presidenta a su gabinete. Todo esto en un año en donde están sobrecargados de trabajo, ad portas de importantes reformas, en que incluso se habló de que debían trabajar en febrero, y en cambio deben cumplir jornadas que se extienden hasta altas horas de la noche y sustituir una cena balanceada por un sándwich express en la Cámara.