Segunda mirada: El legado de Bello
Un día como hoy, el 29 de noviembre de 1781, nació Andrés Bello. Un hombre que, sin haber nacido en nuestra tierra, dedicó su vida a nuestra formación cívica al redactar el Código Civil de la República y fundar la Universidad de Chile. Para ella creó un nuevo paradigma de universidad, tomando como modelo las […]
Un día como hoy, el 29 de noviembre de 1781, nació Andrés Bello. Un hombre que, sin haber nacido en nuestra tierra, dedicó su vida a nuestra formación cívica al redactar el Código Civil de la República y fundar la Universidad de Chile. Para ella creó un nuevo paradigma de universidad, tomando como modelo las universidades europeas, pero ajustando su concepto a las condiciones especiales de Chile, que después fue imitado por otras universidades latinoamericanas.
A Andrés Bello se lo recuerda siempre con una imagen solemne, a través de su famoso retrato, pintado por Raymond Monvoisin, que se encuentra de antaño decorando el despacho del rector en la Casa Central de la Universidad de Chile. En él se aprecia a un Bello de tez muy blanca, con escaso cabello, levemente cano. Pero pocos saben que en realidad Andrés Bello, como buen venezolano, era más bien moreno, de amplia cabellera, con grandes patillas, y usaba argollas de oro para adornar sus orejas.
Como sea que haya sido su imagen, lo que no ha quedado en el olvido es su legado.