Segunda mirada: Interstellar, amor y odio
Interstellar, la nueva película de Nolan, ha logrado dividir a la gente, que la ama o la odia. Sólo una cosa es consensual: no ha pasado desapercibida. Por el año 1990, un joven Quentin Tarantino asistía al Sundance Lab, jornadas de capacitación del Festival de Sundance. Llevó orgulloso el inédito guión de “Perros de la […]
Interstellar, la nueva película de Nolan, ha logrado dividir a la gente, que la ama o la odia. Sólo una cosa es consensual: no ha pasado desapercibida.
Por el año 1990, un joven Quentin Tarantino asistía al Sundance Lab, jornadas de capacitación del Festival de Sundance. Llevó orgulloso el inédito guión de “Perros de la calle”, pero sus maestros le dijeron que jamás llegaría a convertirse en una buena película.
En el segundo ciclo de charlas, con nuevos maestros, su suerte fue diferente. Unánimes alabanzas adornaron el guión del incipiente ego de Tarantino, que nunca dejaría de crecer. Uno de los tutores, Terry Gilliam, le dijo: “Como este guión será toda tu carrera. Te van a amar u odiar, pero jamás pasarás desapercibido”.
Esta división de aguas también la vivieron directores como Cronenberg o Kubrick. Son películas que se salen del molde de lo tradicional, sin escaparse del todo de la industria ni del público.
Algunas, como Perros de la calle, lo logran; otras, pasan al olvido. El tiempo dirá si este ambicioso experimento de Nolan pasa a la historia del cine.