Un ejemplo de mediación
“La mediación papal nos ha dejado la lección ejemplar de que la paz y la amistad entre chilenos y argentinos no se quebraron”.
Hoy recordamos los 30 años de la firma del Tratado de Paz entre Chile y Argentina, celebrado el 29 de noviembre de 1984, que coronó las negociaciones de la mediación papal y evitó un conflicto bélico entre los dos países. Los primeros antecedentes del llamado conflicto del Beagle datan de 1888 en que, luego del Tratado de límites de 1881, comenzaron las primeras discordancias respecto de la soberanía de algunas islas entre el mapa chileno y argentino. El Papa Francisco expresó que ambas naciones dieron una lección al mundo de la voluntad de diálogo que se necesita para resolver estos conflictos evitando consecuencias que pudiesen haber sido atroces.
El Papa sabe perfectamente lo que dice porque, seguramente, fue testigo de la movilización de tropas en su país. Era una iniciativa que buscaba llegar hasta el Pacífico. Pertrechos y equipamiento había, como quedó demostrado en la posterior Guerra de las Malvinas.
La infatigable labor del cardenal Antonio Samoré, que hizo posibles los acuerdos de Montevideo, detuvo el inicio de las acciones bélicas cuando la orden de desembarco en las islas Picton, Lennox y Nueva ya estaba dada, en las proximidades de la Navidad de 1978.
La posterior mediación papal contó con la presencia de Juan Pablo II y la dedicación de un extraordinario equipo chileno dirigido por Ernesto Videla y que tuvo, entre otros, a brillantes actores, como el embajador Jarpa en Argentina y los diplomáticos Philippi, Benadava y Bernstein. La mediación hizo posible un acuerdo que preservó la paz entre ambas naciones vecinas y fijó de forma definitiva el límite entre Chile y Argentina en la zona en disputa, en una línea divisoria que va desde el canal Beagle hasta el pasaje de Drake al sur del cabo de Hornos.
Para el futuro, la mediación papal nos ha dejado la lección ejemplar de que la paz y la amistad entre chilenos y argentinos no se quebraron, como lo proclama desde los Andes el Cristo Redentor.
El Papa Francisco dice y se permite bromear que ahora no nos vamos a pelear por los límites, sino por otras cosas. En lo que siempre estaremos de acuerdo es que valió la pena trabajar por sacar adelante la mediación papal que nos ha dejado muchas lecciones y que, por sobre todo, abrió un camino de entendimiento por el que podremos recorrer cosechando los frutos de una paz y amistad sólidas y estables entre nuestras dos naciones.