La mesa coja del financiamiento
Por María Jaraquemada Hederra
Directora de Inv. e Incidencia
Ciudadano Inteligente
Por María Jaraquemada Hederra
Directora de Inv. e Incidencia
Ciudadano Inteligente
Hace un par de meses y a raíz de la arista política del Caso Penta, se comenzaron a discutir las necesarias reformas a nuestro sistema de financiamiento de la política. Varios académicos, partidos, movimientos políticos y centros de estudios, así como Ciudadano Inteligente levantamos propuestas al respecto. Todas ellas coinciden en un punto central: la necesidad de fortalecer el rol fiscalizador del Servel, así como de dotarlo de los recursos económicos y humanos necesarios para poder ejercer efectivamente dicho rol.
Actualmente, el Servel tiene como función principal velar por que las normas sobre financiamiento y gasto electoral se cumplan y no sean vulneradas. Sin embargo, el mismo organismo ha señalado que, dado su escaso presupuesto y funcionarios, no le es posible llevar a cabalidad esta tarea. Por otra parte, no cuenta con facultades de solicitar información a otros organismos —como el SII—, para fiscalizar la veracidad de la información que los partidos y candidatos le entregan —como las boletas por los servicios prestados en campañas, que luego son reembolsadas por el Estado con el dinero de todos los contribuyentes—. Asimismo, tampoco cuenta con las herramientas necesarias para detectar casos como el Pentagate.
Si bien celebramos que el Gobierno ingrese un proyecto de fortalecimiento y transparencia para el financiamiento electoral, creemos que esto debe ir necesariamente acompañado por el fortalecimiento del Servel. Si no le damos “dientes” a esta entidad fiscalizadora, los riesgos de financiamiento ilegal —especialmente al eliminar las donaciones reservadas y de empresas— van a ser mayores y no podremos extrañarnos de que abunde el “señor del maletín”.
Creemos que es un error que se envíe la reforma al Servel en un proyecto aparte el próximo año y no se trate de una reforma integral. El riesgo de no contar con un Servel fortalecido para las próximas elecciones es muy alto para nuestro sistema democrático. No podemos arriesgarnos a que proliferen los “Casos Penta” y que en vez de solucionar un gran déficit que hoy tiene nuestra regulación, creemos un sistema sin fiscalización y sanciones efectivas. No lamentemos luego el “hecha la ley, hecha la trampa”.