Segunda mirada: Nunca quedas mal con nadie
La de Josefa Errázuriz ha sido una de las gestiones municipales más controvertidas del último tiempo. Primero, la masiva ola de adeptos que desplazó a la imperante popularidad de Labbé, que por décadas había reinado en Providencia. Josefa, mujer, independiente y dueña de casa, era el ícono del progresismo que venía a instalarse en una […]
La de Josefa Errázuriz ha sido una de las gestiones municipales más controvertidas del último tiempo. Primero, la masiva ola de adeptos que desplazó a la imperante popularidad de Labbé, que por décadas había reinado en Providencia. Josefa, mujer, independiente y dueña de casa, era el ícono del progresismo que venía a instalarse en una de las municipalidades más emblemáticas de Santiago. No por nada tuvo muchos jóvenes a su favor, que se encargaron de hacerle propaganda, e incluso se inscribieron masivamente en Providencia, aunque fuesen oriundos de otras comunas. Josefa, agradecida, les dio ciclovías.
Pero no quería quedar mal con los votantes históricos de Providencia. Entonces, restringió el horario de cierre de restaurantes y botillerías, para que no quedara diversión en Providencia. Pero cuando se dio cuenta de que había traicionado al voto joven que la hizo surgir, se retractó y convocó una votación popular, que revertió su decisión inicial.
Así, Josefa, por intentar no quedar mal con nadie, quedó mal con todos.