Segunda mirada: Todos aman al Papa
Mucho se ha dicho de la humildad de Francisco, el primer Papa de Latinoamérica, y además el primer jesuita. Esto, tras darse a conocer, recién electo, unas fotografías en donde Francisco andaba en metro. Mientras era cardenal en Argentina, tenía a su disposición un palacio y un chofer con limusina. Sin embargo, optó por un […]
Mucho se ha dicho de la humildad de Francisco, el primer Papa de Latinoamérica, y además el primer jesuita.
Esto, tras darse a conocer, recién electo, unas fotografías en donde Francisco andaba en metro. Mientras era cardenal en Argentina, tenía a su disposición un palacio y un chofer con limusina. Sin embargo, optó por un pequeño departamento y el transporte público. En 2001 les lavó los pies a doce pacientes con sida. Reemplazó el anillo del pescador por uno de plata, mucho menos ostentoso.
Pero antes de ser Papa no fue tan amado por todos. Durante la década de los 70 fue acusado del secuestro de dos sacerdotes jesuitas que supuestamente se habían negado a su petición de renuncia. Fue un escándalo mediático en Argentina, pero nunca se presentaron cargos. Durante las elecciones papales del 2005, se inició una campaña de desprestigio en su contra, con una cadena de correos que decían que él nunca sonreía. Pero nada de eso frenó el ímpetu de Francisco, que mostró una gran sonrisa mientras saludaba a quienes lo vieron ser nombrado en la Plaza de San Pedro.