Charlie Hebdo: Solidaridad en el asco
Por Fernando Balcells.
“El camino de Charlie Hebdo fue enfrentar a los terroristas desde su única debilidad: el ridículo”.
Por Fernando Balcells
Charlie Hebdo, semanario francés de denuncia, de sátira política y de humor ácido y amargo, ha construido su identidad desde el irrespeto, la ironía y la estética del asco. Sus dibujos se la juegan en esa línea en el impacto de lo grotesco.
Para que se entienda, Charlie Hebdo puede haber inspirado a The Clinic, pero hoy representa a una cultura de la libertad y la identidad que no se deja ofender desde la caricatura por brutal que esta sea.
Jean Baudrillard, sociólogo francés escribió hace años, a propósito del atentado a las torres gemelas; “Los terroristas han tenido éxito al convertir sus propias muertes en armas absolutas en contra de un sistema cuyo ideal es excluir la muerte”.
Para un sistema que valora la vida como contraria a la muerte es incomprensible una cultura que afirma ‘nuestros hombres están tan deseosos de morir como los occidentales de vivir’.
Ante tales convicciones no hay equivalencia postulable, no hay trato ni guerra posible. El camino de Charlie Hebdo fue enfrentar a los terroristas desde su única debilidad: el ridículo.
Baudrillard insinuaba que la apuesta del terrorismo no es la de ganar una guerra real, sino que el sistema de ‘dominación global’ cometa suicidio, que se traicione y se sature, como efectivamente ha estado sucediendo desde las invasiones a Afganistán y a Irak.
Los enfrentamientos han sido llevados por el terrorismo al terreno simbólico, al desafío a lo que nos identifica a través del aumento de las apuestas de muerte.
Ganar territorios no significa nada en esta confrontación. Ellos apuestan a desafiar al sistema con el obsequio de muertes que nos lleven de vuelta al honor del duelo, al mundo del trueque, de la charia y del sacrificio ritual.
El valor simbólico de Charlie Hebdo es que, constituyendo un extremo de la sociedad, representa justamente su límite y su corazón. El extremo es el lugar desde el cual se bombea el aire de lo posible a la sociedad, un lugar en el cuál se dobla regularmente el límite al ser provocado por una estética horripilante y un sarcasmo agresivo.
Charlie Hebdo era el símbolo de lo lejos que puede llegar una sociedad libertaria. Perseverar es la única respuesta posible ante el desafío de estos asesinatos.
Nuestra solidaridad radica en que todos nos debemos a la valentía de la libertad en el límite. Toda prensa, toda publicación, debe guardar una reserva de humor, de iconoclastia y de amor a la buena vida pública que es lo que nos enlaza.