Charlie Hebdo

Señor Director:

En el editorial de ayer se informa que la citada revista se dedicaba a “ofender a todas las religiones (…) con humor crudo y vulgar” y que muchas de sus caricaturas “son intencionalmente ofensivas”. Obviamente, ninguno de estos hechos puede justificar el salvaje atentado perpetrado en su contra.

Sin embargo, tampoco puede llevar a la conclusión de que “todos debemos defender su derecho a expresarse y también a ofender”. Resulta sorprendente y peligroso que un medio de prestigio afirme que existe el “derecho a ofender”, ya que la experiencia indica que la ofensa lleva en sí un germen de violencia, la cual a veces se torna inmanejable, hasta llegar a estallidos como éste.

Manuel Hasbún