Crisis ideológica
Señor Director: Discrepo del diagnóstico planteado por Hugo Herrera en su columna del día martes, en la que acusa a la derecha de vivir una crisis ideológica. Puede que falte articular mejor el discurso y hacer más enjundioso el relato, pero la crisis que vive la derecha no se explica por la falta de reflexión […]
Señor Director:
Discrepo del diagnóstico planteado por Hugo Herrera en su columna del día martes, en la que acusa a la derecha de vivir una crisis ideológica. Puede que falte articular mejor el discurso y hacer más enjundioso el relato, pero la crisis que vive la derecha no se explica por la falta de reflexión y debate en el sector, como señala Herrera. En la derecha hay referentes intelectuales, hay debate, hay generación de ideas. Por algo, recientemente, fueron elegidos como los mejores centros de estudios del país y de Latinoamérica dos think tanks de centroderecha.
El problema de la derecha es que se quedó haciendo gimnasia intelectual en las aulas universitarias, en clubes del sector oriente, en centros de estudios en el que participa una élite, en columnas de opinión y cartas al director; y no ha sido capaz de bajar dicha reflexión intelectual a la ciudadanía “de a pie”, que son los que finalmente generan el volumen de votos para ganar elecciones. La política es una actividad de largo plazo. La derecha que ganó elecciones y logró influir en el debate nacional fue aquella que cosechó el trabajo de años realizado en poblaciones, en trabajo municipal, en gremios y organismos intermedios. Hoy, la crisis es consecuencia de un abandono de las estructuras intermedias que articulan la reflexión intelectual con la ciudadanía. Se han abandonado las juntas de vecinos, las federaciones de estudiantes, los movimientos sociales, los organismos gremiales distintos al empresarial, los colegios y todas las instancias de formación y debate de ideas a nivel local y vecinal.
Es por eso que la crisis de la derecha se debe a un ensimismamiento del sector y a un aburguesamiento de sus líderes, que abandonaron la calle y todas las instancias locales y ciudadanas para comunicar y difundir un mensaje que tiene un alto contenido intelectual, pero que no se ha verbalizado entre la ciudadanía. En eso la derecha tiene mucho que aprender del trabajo silencioso que desde hace años viene haciendo la izquierda.
Arturo Matte I.