No me ayude, diputado
Por Eduardo Arriagada
“Las redes estallaron esta vez por una alerta de la ONG Derechos Digitales. Se hablaba sobre un nuevo proyecto de ley para modificar la legislación chilena sobre medios, pretendiendo que los usuarios de las redes sociales formalizaran su actividad, e incluso pagaran tasas”.
Por Eduardo Arriagada
Las redes estallaron esta vez por una alerta de la ONG Derechos Digitales. Se hablaba sobre un nuevo proyecto de ley para modificar la legislación chilena sobre medios, pretendiendo que los usuarios de las redes sociales formalizaran su actividad, e incluso pagaran tasas.
Cuando la protesta ya era generalizada, los diputados @PepaHoffmann y @RamonFarias tuvieron que salir a aclarar que el proyecto no incluiría las redes. En sus descargos, pretendieron convencer a la opinión pública de que el objetivo era defender la institucionalidad de los medios digitales.
“No nos ayude, compadre”, les contestaron responsables de medios a los parlamentarios, entre los que curiosamente se encontraban la diputada UDI que hace poco “se lució” interpelando a Eyzaguirre, con un militante del partido del PPD de la retroexcavadora.
Federico Joannon, de El Mostrador, y Cristian Mackenna, de El Definido, explicaron que la modificación no tenía sentido: “Ignorancia o razones ocultas”, dijeron, pues la actual ley de medios no clasifica según el soporte, por lo que ya funciona bien para todos.
La verdad es más intrincada. Queda claro que uno de los objetivos de los parlamentarios es controlar los comentarios de los medios con las mismas herramientas con las que hoy regulan el resto de sus contenidos.
Las redes sociales son una asignatura pendiente para las leyes, pero su solución no debe enmarcarse en la ley de medios. Lo que sucede en ellas tiene más que ver con lo que pasaba antes en los bares que con lo que sucede en los medios: es un espacio de conversación. En los países anglosajones se regulan con la legislación de discurso, no de prensa. El problema es que muchos parlamentarios, aunque participan en estos espacios, todavía no los entienden.
Esta semana, Antoni Gutiérrez Rubí explicaba en Chile la confusión provocada en torno a las redes con lo que decía Mark Twain: “Si la única herramienta que tienes es un martillo, pensarás que cada problema que surge es un clavo”.
Ojo con cambiar la ley de prensa, donde menos es más. Sobre todo si lo hacen parlamentarios de la comisión de ciencia y tecnología, que no saben de derecho a la información ni de redes sociales.