PUC
Señor Director: El editorial del lunes plantea que el Pacto de Unión Civil (PUC) es un placebo para las parejas del mismo sexo, por cuanto entrega “soluciones fragmentadas” en lo referente a la crianza de los hijos, biológicos o adoptados. También, y recordando la postura de los opositores a esta ley, sostiene que el PUC […]
Señor Director:
El editorial del lunes plantea que el Pacto de Unión Civil (PUC) es un placebo para las parejas del mismo sexo, por cuanto entrega “soluciones fragmentadas” en lo referente a la crianza de los hijos, biológicos o adoptados. También, y recordando la postura de los opositores a esta ley, sostiene que el PUC es sólo urgente para homosexuales, pues los heterosexuales pueden acceder al matrimonio.
En realidad el PUC es una alternativa y solución concreta de problemas para personas homosexuales y heterosexuales que no quieren casarse y que sumarían más de dos millones. Por cierto, también será una solución momentánea para aquellos gays y lesbianas que creen y confían en el matrimonio, pero que por ley no pueden contraer ese vínculo.
A nuestro entender el valor del PUC radica en que rompe con el monopolio del matrimonio para regular la vida familiar y afectiva y abre una nueva posibilidad para los convivientes.
Ahora, es cierto que el PUC podría haberse hecho cargo de todos los “vacíos legales” que afectan a las familias, sin embargo, el prejuicio y la discriminación imposibilitó que lo abarcara todo.
Aún así, el PUC resuelve muchos problemas de manera concreta: custodia de hijos/as, herencia, previsión, salud, régimen patrimonial, entre otros.
A este punto extraña que en una “segunda mirada” su editorial plantee que la “permisividad” en torno a la homosexualidad derivó en el PUC.
En realidad cada avance alcanzado en los últimos 23 años es producto de una mayor visión integral de los derechos humanos. La profundización de esta mirada llevará a muchos más avances, como el matrimonio igualitario, y mejor aún, hacia la completa igualdad social y legal, lo que significa que la orientación sexual dejará de ser un factor para la definición de políticas, leyes o desarrollo social.
Ramón Gómez
Presidente Movilh