Segunda Mirada: Binominal y discriminación
Dentro de la reforma al sistema electoral aprobada la semana pasada, lo que más ha generado impacto es el fin al sistema binominal. Pero igual o más preocupante es otro ítem del nuevo sistema electoral, aprobado por una amplia mayoría de parlamentarios de la comisión de Constitución. Con 28 votos a favor y sólo 7 […]
Dentro de la reforma al sistema electoral aprobada la semana pasada, lo que más ha generado impacto es el fin al sistema binominal. Pero igual o más preocupante es otro ítem del nuevo sistema electoral, aprobado por una amplia mayoría de parlamentarios de la comisión de Constitución.
Con 28 votos a favor y sólo 7 en contra, se aprobó la norma específica referente a la Ley de Cuotas, que impone que el 40% de los candidatos sean mujeres. Una cifra no menor, considerando que hoy sólo lo son el 20%.
Si en los 90 y principios de los años 2000, la consigna popular de los partidos era “igualdad” y “no a la discriminación”, hoy claramente lo es la “diversidad” y la “inclusión”, aunque ello pueda afectar a la meritocracia.
Hoy millones de mujeres sufragistas, que lucharon sin sostén por la igualdad de derechos, deben estar retorciéndose en su tumba al presenciar esta discriminación positiva.