Tiempos políticos
“Es necesario ampliar los horizontes del proyecto de la Nueva Mayoría y hacer de éste algo que convoque y comprometa”.
La actividad pública y, en particular, la política requieren, para desarrollarse exitosamente, alinearse con ideas y ajustar sus procedimientos a ciertos principios éticos. Sin embargo, tanto o más importante que ellos, lo es también el ajuste o la sincronización con los tiempos sociales que corren. Saber leer correctamente las corrientes profundas que movilizan a los ciudadanos, sus anhelos y aspiraciones. Estos se expresan de diversas formas y no sólo a través de manifestaciones callejeras o sendas encuestas de opinión pública. Como tampoco a través de lo que los grupos de presión, del más variado signo, levantan como sus principales banderas. Las aspiraciones de una sociedad son algo más complejas y diversas y, por tanto, bastante más difíciles de desentrañar.
Esta y la anterior administración han fallado, aunque por diferentes sesgos, en la apreciación correcta de este factor. El gobierno del ex Presidente Piñera creyó siempre que los tiempos y el estado de ánimo de la población los marcaban casi exclusivamente el ciclo económico, hasta que al cabo de cuatro años pasó de interpretar a la inmensa mayoría ciudadana a hundir a su sector en una de las peores derrotas electorales de los últimos cincuenta años. No resulta del todo claro que se hayan sacado las adecuadas lecciones de ese desajuste. Pero en este ámbito, lo más preocupante acontece con quienes tienen hoy la responsabilidad de conducir los destinos del país.
En efecto, la población quiere reformas en temas tan sensibles como educación y relaciones laborales, pero también quiere que éstas se hagan dialogando y buscando acuerdos entre todos los sectores políticos. Chile sigue teniendo vocación de entendimiento. Y el Gobierno haría bien en encarnar este espíritu e invitar a la oposición a sumarse en este propósito.
Es necesario ampliar los horizontes del proyecto de la Nueva Mayoría y hacer de éste algo que convoque y comprometa. Ya pasaron los tiempos en que se imponían políticas sin importar la suerte de sus detractores. El próximo cambio de gabinete puede ser una buena oportunidad para entregarle estas directrices al equipo que acompañará a la Presidenta Bachelet en los próximos meses. Pero una vez más, se hace necesario sintonizar con los tiempos políticos y no continuar dilatando más una decisión que, de retrasarse, puede terminar siendo inútil.