Ejemplos para el déficit hídrico
“En Bolivia, en 2006 se creó el Ministerio del Agua, una cartera específica que busca centralizar las políticas públicas para hacer frente a la sequía”.
La sequía está presente desde 2012 y no hay pronósticos promisorios. En la IV Región se ha perdido la mitad de la superficie cultivada e incluso zonas del sur, en La Araucanía, Biobío y Los Lagos, están atravesando periodos de escasez hídrica. La experiencia internacional señala la necesidad de superar una política reactiva ante la crisis y de diseñar políticas públicas a largo plazo, que apunten a la sustentabilidad, buscando hacer converger la demanda creciente de agua con su creciente escasez.
Australia reconoció en 1989 la necesidad de considerar la sequía como parte del ambiente natural del país. En 1992 adoptó un plan nacional, que tiene como eje proveer de herramientas tecnológicas, educativas y financieras a los cultivadores, para que pudiesen avanzar en la autosustentabilidad y la gestión de riesgos.
Israel recibe solo el 50% del agua que necesita a través de precipitaciones. La clave de la política estatal consistió en la centralización de la gestión del agua, creando la Water Authority en 2007. Esta institución administra el recurso hídrico existente, apuntando a establecer soluciones tecnológicamente intensivas que hoy se traducen en que el 92% del agua residual sea tratada para uso agrícola, la existencia de cinco plantas de desalinización y la recarga artificial de acuíferos.
En Bolivia, en 2006 se creó el Ministerio del Agua, una cartera específica que busca centralizar las políticas públicas para hacer frente a la sequía. Esta nueva institucionalidad permitió poner en pie un programa nacional de riego para 2007-2030, con énfasis en un mejor aprovechamiento productivo del agua, y que incluye políticas públicas apuntadas al desarrollo de infraestructura, mejoras en el ámbito institucional para una gestión eficiente y tecnificación del riego. Para algunos de estos programas, Bolivia recibe la cooperación del Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo.
En Chile, la declaración de 32 comunas como zona de emergencia hídrica no es suficiente. La agricultura ha sido una de las claves para alcanzar cierta diversificación productiva y es el sector que más creció en octubre-diciembre de 2014, generando 57.000 nuevos puestos de trabajo. Es una rama decisiva de la economía nacional, que hoy está demandando una nueva institucionalidad, capaz de superar los planes de contingencia ante la crisis para encarar políticas de transformación estructural a largo plazo que permitan prevenirla.