Evitar personalismos
“Hay un giro en el guión, que conlleva a la adaptación de la institución de los museos a los nuevos tiempos”
Los grandes museos del mundo logran sus altos prestigios con una muy buena elección de personal en sus cargos de dirección, conservación, gestoría y curatoría. Todo esto, mediante profesionales especializados que hacen posible convocar a importantes cantidades de personas, que responden con su presencia ante los esfuerzos para ofrecer muestras de excelencia.
Ha sido el caso del Museo Reina Sofía de Madrid, donde una de sus últimas muestras, dedicada a Dalí, ha congregado a una multitud de europeos. Esto resarció con creces el esfuerzo desplegado por los responsables del museo para exhibir obras del pintor catalán, gracias a aportes de coleccionistas de todo el mundo. Igualmente ha ocurrido con el Museo Arqueológico de la calle Serrano de Madrid, luego de su refacción gracias al aporte de empresas privadas, que han permitido dotar al museo con recursos tecnológicos de vanguardia mundial.
Se trata de hacer atractiva la oferta, pues, en un mundo transformado con la tecnología digital, la difusión modular alcanza a todos los niveles de expresión que los museos pueden ofrecer. Para que ello sea posible es determinante que quienes asuman las responsabilidades de conducción de estas entidades de difusión artística y patrimonial no caigan en prejuicios sectarios, ni menos en personalismos viciosos que terminan por ceder ante las tentaciones de acomodar un museo para el lucimiento personal, ganancia propia y figuración excesiva. Bien lo ha advertido la directora subrogante del Museo Histórico Nacional, señalando que en su trabajo se deben evitar los personalismos, mediante una gestión más participativa. Esto lo ha dicho en el marco de la espera del nuevo director.
Claramente, hay un giro en el guión, que conlleva a la adaptación de la institución de los museos a los nuevos tiempos. Una institucionalidad que procura satisfacer esa demanda de ansias por acceder al buen conocimiento de esas riquezas que conforman no sólo nuestras bases patrimoniales, sino también aquellos contenidos que han contribuido a darnos nuestra identidad y pertenencias culturales. En este propósito es fundamental contar con las personas adecuadas de alto conocimiento y responsabilidad profesional. En ese propósito están de más los personalismos y ojalá así se entienda a la hora de resolver el debate sobre quiénes deben asumir la conducción de estas entidades.