Obispo Barros
Señor Director: Me parece injusta la controversia que ha generado el nombramiento de monseñor Juan Barros Madrid a cargo de la diócesis de Osorno. No hay ninguna causa pendiente, ni en la justicia civil ni en la canónica, por algún delito o falta que él haya cometido. Quienes ahora, sin aportar pruebas, lo acusan de […]
Señor Director:
Me parece injusta la controversia que ha generado el nombramiento de monseñor Juan Barros Madrid a cargo de la diócesis de Osorno. No hay ninguna causa pendiente, ni en la justicia civil ni en la canónica, por algún delito o falta que él haya cometido. Quienes ahora, sin aportar pruebas, lo acusan de “encubridor” del presbítero Karadima actúan con doble estándar, puesto que callaron mientras monseñor Barros estuvo a cargo del Obispado Castrense. Pareciera que para ellos la calidad moral de un pastor no tiene mayor importancia, en tanto se mantenga dentro del redil de los militares y sus familiares directos. Para tranquilidad de todos, y en particular de los osorninos, descontando la tradicional acuciosidad de la Iglesia para estos nombramientos, doy fe de que la integridad moral de monseñor Barros, en sus diez años como obispo de la familia militar, jamás ha merecido la más mínima duda. Pido a Dios que le dé la fortaleza para superar estos tardíos e improcedentes cuestionamientos hacia su persona.
Miguel A. Vergara Villalobos
Ex Comandante en Jefe de la Armada