Tarjetas de crédito
Señor Director: Supuestamente, la introducción de tarjetas de crédito conllevaba un avance en términos de seguridad en relación con otros medios de pago. ¿Por qué entonces se están introduciendo en el país, sin que la banca informe a sus clientes al respecto, tarjetas de crédito que operan vía Wi-Fi sin necesidad de ingresar claves, firmar […]
Señor Director:
Supuestamente, la introducción de tarjetas de crédito conllevaba un avance en términos de seguridad en relación con otros medios de pago.
¿Por qué entonces se están introduciendo en el país, sin que la banca informe a sus clientes al respecto, tarjetas de crédito que operan vía Wi-Fi sin necesidad de ingresar claves, firmar documento alguno o acreditar la identidad del usuario mediante cédula de identidad? Esto constituye un riesgoso instrumento al portador. Si la tarjeta se extravía puede ser usada por quien la encuentre o sustraiga, sin obstáculos, tal como si fuese dinero efectivo.
Mi experiencia como usuario indica que, al menos mi banco, no me da más opción que tener forzosamente que aceptar esta innovación para obtener mi tarjeta de crédito.
Se puede argumentar que hay un monto máximo establecido para usar la tarjeta en cada transacción basada en esta modalidad inalámbrica, pero ella se puede usar reiteradamente, con el consecuente riesgo.
El Sernac o la Superintendencia de Bancos debieran regular la introducción de esta nueva tecnología, permitiendo que el usuario decida de manera libre e informada si quiere incorporarla en su tarjeta. Probablemente, ya son miles los usuarios que creen erróneamente estar protegidos y que usan “tarjetas al portador” hoy en Chile.
Enrique Escobar Gattás