“Ad Hitlerum”
Señor Director: En su carta del martes, Luis León Cárdenas define a Adolf Hitler como “cristiano católico apostólico romano, bautizado, confesional practicante”. Hitler, efectivamente, fue bautizado, pero posteriormente dejó de ser practicante. De hecho, era tan “católico” que durante su régimen los movimientos católicos fueron reprimidos y el Papa Pío XI condenó aspectos fundamentales de […]
Señor Director:
En su carta del martes, Luis León Cárdenas define a Adolf Hitler como “cristiano católico apostólico romano, bautizado, confesional practicante”. Hitler, efectivamente, fue bautizado, pero posteriormente dejó de ser practicante. De hecho, era tan “católico” que durante su régimen los movimientos católicos fueron reprimidos y el Papa Pío XI condenó aspectos fundamentales de su ideología en la encíclica Mitbrennender Sorge. En una conversación privada en que aludió a la esposa del general Franco, se burló ácidamente del sacramento de la confesión. Y el propio Goebbels escribió que Hitler “odia el cristianismo, ya que ha mutilado todo lo que hay de noble en la humanidad”.
Retratar al líder nazi como un piadoso católico no es intelectualmente honesto, y es irónico que el autor de la carta lo haga mientras critica la naturaleza falaz de una “reductio ad hitlerum”.
Rafael Mera Pastor