El peor autogol de TVN
Por Darío Cuesta C.
Ex editor periodístico TVN
Por Darío Cuesta C.
Ex editor periodístico TVN
TVN está en todo su derecho de no renovar el contrato de Solabarrieta y contratar a Bianchi o Schiappacasse, pero cuesta entender las razones. Un área deportiva despotenciada se queda sin su rostro más emblemático. Hablar de encuestas de rechazo hacia el periodista es absurdo, pues en hay una serie de variables como el contexto de la encuesta, que la transforma en una opinión, tal como no considerar 20 años de transmisiones como triunfos épicos de sintonía con Solabarrieta al frente.
Es por eso que esta columna no habla de Solabarrieta y Bonini, de reacciones xenofóbicas o de oferta de combos. Habla de las erráticas decisiones de TVN, un canal del que me siento parte y al que aprecio por haber estado 12 años en él. Claro, fueron los buenos tiempos…
¿Por qué TVN insiste en hacerse autogoles?, quizás porque se basa en opiniones personales más que en análisis con fundamentos. La decisión de sacar a Solabarrieta del área deportiva estaba tomada desde el año pasado, aunque un ejecutivo responsable lo niegue. Y ofrecer combos en una transmisión en vivo es algo más común de lo que pueden pensar, debido a las presiones del medio. ¿Qué es entonces lo inaceptable? Que la TV pública valide presiones para que Solabarrieta no opine de Claudio Vivas (ex técnico de la sub 20) porque es amigo de Bonini, algo que está reñido con el código de ética del canal —aunque este tema no es nuevo, pues durante la era Bielsa, Bonini lo hizo en reiteradas ocasiones—. Que la TV pública acepte las presiones para que Solabarrieta deje o alterne en el programa de goles, porque a Bonini no le gusta. Que la TV pública menosprecie a quien le entregó al canal 22 años de su vida con un compromiso inquebrantable, de lo que doy fe. Es más honesto decir “váyase” que ofrecer un contrato impresentable.
Ya está hecho, y como en otros autogoles de TVN, les explotó en la cara. Por eso ya hay un grupo de directivos y ejecutivos que no saben cómo revertir la decisión. Difícil. No podemos obviar que el momento de TVN es el más complejo de su historia y que muchas decisiones han sido desaciertos. Por ahora, quizás lo más sensato es que lean el código de ética, le digan la verdad a Solabarrieta, le pidan explicaciones al ejecutivo responsable de la polémica decisión y le digan al señor Bonini que esto no es la Roja de Bielsa, es el canal de todos los chilenos.