Erupción en Villarrica
“La actual emergencia tendrá como oportunidad mostrar la cara a las autoridades de estos estragos que requieren soluciones inmediatas”.
La fuerza de la naturaleza aparece nuevamente en la madrugada de este martes con la erupción del volcán Villarrica. En medio siglo ha provocado cuatro episodios de mayor peligrosidad. De ellos, el de diciembre de 1971, con una treintena de víctimas fatales y un río de lava de 200 metros de ancho que destruyó todo a su paso ha sido de los más dañinos.
El fenómeno de ahora ha comenzado con menor intensidad y, gracias a la labor de monitoreo preventivo, se ha podido reaccionar con prontitud aplicando las medidas de emergencia planificadas de acuerdo a los perímetros amenazados.
En cuanto al problema más acuciante de la erupción, los expertos han calificado la actividad volcánica acotada en cuanto a emisiones de lava por un período corto, pero advierten que no puede dejar de considerarse que el riesgo se mantiene, principalmente, por la cercanía de las poblaciones rurales y los centros urbanos.
Las máximas autoridades del país se habían movilizado ya hacia el lugar de la catástrofe antes del mediodía de este martes, en una reacción que muestra fehacientemente que las lecciones del terremoto del 27-F están siendo aprendidas.
Sin perjuicio de lo anterior, como siempre, la primera reacción ha sido de la propia comunidad y de los gobiernos locales de las comunas de Villarrica, Pucón y Curarrehue, dejando en evidencia la importancia de dotar a estos municipios de las herramientas y recursos necesarios para mantener la eficacia de la labor de prevención y seguridad.
La Araucanía está padeciendo duramente la sequía que afecta a buena parte del territorio que por mucho tiempo ha aportado a la agricultura y a la ganadería de Chile. La actual emergencia tendrá como oportunidad mostrar la cara a las autoridades de estos estragos que requieren soluciones inmediatas, con políticas de Estado que comprendan infraestructuras indispensables como el embalsamiento del Cautín para, de una vez por todas, enfrentar seriamente este flagelo.
A las pocas horas del recorrido de la comitiva presidencial se ha adoptado la medida de dictar un decreto de emergencia agrícola que contribuirá a paliar inicialmente los graves efectos mencionados y que, se debe tener en cuenta, no sólo están afectando a la Región de La Araucanía, puesto que las regiones vecinas también viven la sequía.