La panacea de las ERNC
“Actores ligados a la producción tradicional ven el impulso a las inversiones como un subsidio encubierto a las ERNC”.
Las Energías Renovables No Convencionales (ERNC) aportan hoy un 11% a la matriz eléctrica nacional. El objetivo del Gobierno es elevarla al 20% en 2025, meta que podría cumplirse en 2020, dado el crecimiento del sector, que fue de un 90% en 2014. Este año, a los 2.097 megawatts en operación, se agregarían otros 1.282.
El crecimiento de las renovables ha sido fuertemente impulsado por el Gobierno con medidas como la ley de licitaciones, que alentó las inversiones al permitir a las fuentes alternativas una mayor participación en el mercado. Actores ligados a la producción tradicional ven esto como un subsidio encubierto a las ERNC, que se encontrarían en mejores condiciones al no tener que hacer frente a compensaciones por emisiones ambientales.
El rápido crecimiento de las renovables plantea desafíos al Gobierno y a las empresas ligadas al sector. El principal se deriva de la intermitencia de las ERNC, que no proveen un suministro constante de energía. Estas inconsistencias se cubren con producción tradicional pero provocan casos como el de la planta de carbón Guacolda, que funciona al mínimo técnico en el día, cuando la energía solar se encuentra en condiciones de proveer energía a menor costo. Esto podría provocar un alza a largo plazo del costo de la energía, en tanto es necesario conservar sistemas de producción tradicional complementarios, pero se encarecen los costos de los mismos, desincentivando la inversión. Prueba de ello es la paralización del proyecto Punta Alcalde, que apuntaba a ser la central termoeléctrica más grande del país, con una producción de 740 MW.
También se plantea la necesidad de expandir el sistema de transmisión, en particular la integración entre el Sistema Interconectado del Norte Grande (SING) y el Sistema Interconectado Central (SIC), para hacer frente al creciente aporte de las renovables. Un proyecto de ley al respecto está en la agenda gubernamental, previsto para el segundo trimestre de este año.
Una generación de energía respetuosa del medio ambiente es la tendencia imperante a nivel internacional y es de particular importancia en nuestro país, que cuenta con recursos energéticos tradicionales limitados. Pero la planificación a largo plazo es necesaria: corremos el riesgo de apresurarnos en dejar de lado las fuentes tradicionales sin considerar en profundidad si las ERNC pueden suplir, a un costo adecuado, la demanda de un Chile que apuesta por el crecimiento.