• El Mercurio
  • Las Últimas Noticias
  • La Segunda
  • Soychile
  • Avisos Económicos
  • La Segunda Legales
  • Actualidad
  • Política
  • Economía
  • Espectáculos
  • Deportes
  • Contacto
  • Redacción
  • Debate de ideas
  • Sociedad Anónima
  • Cine, TV y Cultura
  • Deportes
Redacción
  • Inicio
  • Columnistas
    • Alfredo Joignant
    • Cristina Bitar
    • Eugenio Guzmán
    • Gonzalo Müller
    • Guillermo Larraín
    • John Biehl del Río
    • Jorge Edwards
    • Juan Carlos Altamirano
    • Leonidas Montes
    • Luis Eugenio Silva
    • Margarita María Errázuriz
    • Mariana Aylwin
    • Oscar Guillermo Garretón
    • Rafael Aldunate
    • Ricardo Solari
    • Sergio Melnick
  • Editorial
  • Foco político
  • Foco legislativo
  • Archivos
  • Cartas
Inicio» Columnistas » Los udis de marzo

Los udis de marzo

“Los patricios del partido de derecha (UDI) acaban de asestarle más de 23 puñaladas al modelo económico de libre mercado que ellos mismos prohijaron”

Publicado el 21/03/2015

Julio César desoyó los presagios que le anunciaron su asesinato. Según Suetonio, el adivino Spurinna le dijo: “cuídate de los idus de marzo” (así llamaban los romanos al día 15). Más de sesenta senadores, la flor y nata del patriciado, se habían unido al complot. Mucha gente en Roma sabía lo que se avecinaba. Marco Antonio intentó avisarle. Pero César, que estaba en la cumbre de su poder y coqueteaba con la idea de ser rey, despreció todos esos presagios y avisos. Prefirió confiar en su supuesta omnipotencia.

Cuando Julio César se presentó en el Senado, los conjurados lo rodearon. Llevaban sus cuchillos bajo las togas. César los apartó con un gesto desdeñoso. Entonces se abalanzaron todos sobre él y le asestaron veintitrés puñaladas. Al ver a Marco Bruto entre sus asesinos, exclamó: “¿tú también, hijo?” (“Et tu, Brute?”, según Shakespeare). César se desplomó. Su cuerpo quedó tres horas allí mismo, empapando de sangre el pedestal de la estatua de Pompeyo. Nadie se atrevía a tocarlo. Ocurrió tal como estaba vaticinado, el día de los idus de marzo.

En Chile no tendremos idus pero tenemos udis. Tenemos a los patricios del partido de derecha, Unión Demócrata Independiente (UDI), que acaban de asestarle más de veintitrés puñaladas al modelo económico de libre mercado que ellos mismos prohijaron.

Tal como hizo César, el sistema de libre mercado chileno había desoído ya varias advertencias. Abusos contra los consumidores, excesos de codicia, estafas colectivas, y mala distribución de la riqueza habían herido el prestigio (nunca muy fuerte en Chile) del modelo. Además, habían aparecido otros signos ominosos en el muro del banquete chileno. La tasa de crecimiento anual viene bajando desde hace demasiado tiempo. Nuestro ministro de Hacienda “celebra” que en 2015 tal vez será de un 2,8%. Es muy posible que el PIB “tendencial” (horrísona palabra), es decir, las posibilidades de crecimiento futuro de nuestra economía, ronde el 4% anual. Excelente para un país rico. Pero insuficiente para sacar de la pobreza a los dos millones de chilenos aún sumidos en ella. Asimismo, esta tasa de creación de riqueza ofrece poco margen para asegurarle a esos millones de chilenos que suben los primeros escalones de la clase media, que no resbalarán o incluso peor: que no se desmoronará la escalera bajo sus pies.

A todos esos problemas del modelo económico se añade que el centro político moderado ha perdido mucho poder en la coalición gobernante. En cambio, predominan en ella sectores de izquierda exaltada que nunca tragaron al sistema, ni aún con todas las reformas que lo convirtieron en una economía social de mercado exitosa. Para ellos este modelo no sólo está manchado con la sangre derramada por la feroz dictadura que lo implantó. También sería un sistema maldito porque les recuerda una claudicación.

Pero fue una claudicación a medias. La nueva democracia chilena mantuvo el modelo de libre mercado, obligada por los pactos escritos y tácitos de la transición. Pero también lo hizo por pragmatismo. Los primeros gobiernos de la concertación demócrata cristiana y socialista aplicaban aquel refrán de Deng Xiaoping: “no importa el color del gato con tal de que cace ratones”. Ese felino (el lucro privado como motor económico de la sociedad) desagradaba a muchos de aquellos dirigentes. Pero igual lo adoptaron porque entendieron que este gato mataba a las ratas de la miseria secular en Chile, mejor que los nobles cazadores humanos de antaño. Y así lo ha hecho, rebajando la pobreza de más de un 40% a un 14% en veinticinco años.

Pero claro, de vez en cuando este cuchito también se porta pésimo: se mea en la alfombra, rasguña los muebles y, si nos descuidamos, mete su zarpa en el plato de su dueño para robarle el bistec. Para esa mala conducta existen remedios: castigar al gato con el fin de educarlo, y recortarle las uñas.

Los partidarios de la centroizquierda liberal y moderada, hoy declinante, debemos reconocer que gobiernos anteriores fueron negligentes en aplicar los castigos y recortes que necesitaba el modelo. Pero también debe admitirse que este es un equilibrio difícil: si en lugar de educar al felino y hacerle la manicura, le amputamos las zarpas, éste ya no cazará más ratones. Y entonces habrá que sacrificarlo.

Algo de eso está ocurriendo. Mezclando comparaciones risueñas (es mejor reír que llorar) podríamos decir que parece que mientras la izquierda exaltada intenta cortarle las patas al gato de Deng Xiaoping, la derecha está apuñalando a su Julio César.

Nuestro poeta más ácido, Nicanor Parra, rimó esta impecable paradoja: “la izquierda y la derecha unidas, jamás serán vencidas”. Ahora Chile corrobora esa predicción de su vate. Izquierda y derecha unidas están venciendo al modelo de economía social de mercado que hizo prosperar al país en los últimos veinticinco años. De muchos dirigentes de la izquierda extremada cabía esperarlo. Pero que ahora se hayan sumado a la tarea estos “udis de marzo”, sólo puede hacernos exclamar: “¿Ustedes también, brutos?”.

Carlos Franz, César, columna de La Segunda, Concertación, democracia, Julio César, Modelo económico, Nicanor Parra, Pompeyo, prestigio, Roma, Shakespeare, UDI

Jorge Edwards

  • El derecho a la historia

    “Chile ostenta una historia densa, compleja, que valdría la pena examinar con seriedad y cuyo examen sería útil”.

Editorial

Una nueva era para Argentina

Parece claro que Daniel Scioli, candidato del oficialismo, se impondrá mañana en la primera vuelta de las el…

Foco Político

Desconfianza y consenso

Esta semana, el SII ha hecho una denuncia para que la Fiscalía Oriente investigue los eventuales delitos trib…

Foco Legislativo

Fragmentación del Congreso

Uno de los posibles efectos de la reforma electoral que más debate ha generado es la eventual fragmentación …

Búsqueda por fecha

marzo 2015
L M X J V S D
« feb   abr »
 1
2345678
9101112131415
16171819202122
23242526272829
3031  

Lo más

  • Leído
  • Comentado

      (c) 2012 La Segunda | Blog de Redacción