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Inicio» Columnistas » Cristina Bitar » Pastor sin ovejas

Pastor sin ovejas

“La ausencia de Ezzati en la ceremonia en la cual el obispo Barros asumía su cargo sólo valida los rumores”.

Publicado el 23/03/2015

¿Qué define el rol de un líder? Para algunos es la autoridad que se ejerce; para otros, el talento en movilizar gente hacia un objetivo. Sea cual sea, lo importante es que no existe un líder sin personas que liderar.

Lo ocurrido la semana pasada en la catedral de Osorno debiera constituir un punto de quiebre en la Iglesia chilena. Como nunca, un grupo importante decidió protestar dentro de la catedral durante la ceremonia en la cual el nuevo obispo, Juan Barros, asumía su cargo. Pero no sólo eran laicos, sino que también fieles manifestando su descontento con la decisión del Vaticano.

Desde curas diocesanos, pasando por el superior de la congregación de los Sagrados Corazones, son muchos los religiosos que han manifestado que Barros no debiera haber asumido como obispo de Osorno. A tanto ha llegado el rechazo, que incluso se ha filtrado que el cardenal Ezzati habría gestionado personalmente ante el Papa para evitar su nombramiento. Su ausencia en la ceremonia, junto a la de gran parte de los obispos de la Conferencia Episcopal, no hace sino validar los rumores.

El fenómeno que está sufriendo la Iglesia hoy no es ajeno a procesos sociales más complejos y tampoco es nuevo para la institución. Los testimonios verosímiles de las víctimas de Karadima sobre el rol de Barros, protegiendo y encubriendo al abusador, se vuelven en evidencia en su contra. Barros aparece como otro sacerdote capaz de encubrir terribles abusos, tan sólo por escalar más alto en la cúspide del poder. Como en muchos casos, esto se trata de las percepciones que se ha formado la comunidad católica, más que de la veracidad de las acusaciones. Además, al verse involucrado en uno de los casos de abusos que más han golpeado a la Iglesia chilena, Barros debiera haber comprendido que sus acciones en el pasado iban a afectar su capacidad de ser un pastor comprensivo.

Personas llamadas a liderar, como el caso de un obispo, deben ser vistas como figuras legitimadas dentro de su comunidad. Su autoridad no proviene únicamente del correcto procedimiento por el que es nombrado, sino por la capacidad de unir a la comunidad que pretende liderar. Su legitimidad está en el ejercicio de la autoridad, basado en ideas de mérito y honestidad. Un obispo que es percibido como mentiroso y encubridor sólo destruye más a la Iglesia. La comunidad de Osorno no merece un pastor que divide.

Hoy parece equivocado el nombramiento, ya que el prestigio y la historia personal de Barros debieron haberse tomado en cuenta. Lo que ocurrió en Osorno nos debiera poner en alerta: se ha nombrado un obispo que no puede liderar su iglesia, no tiene la legitimidad, la credibilidad, el apoyo ni fieles que lo sigan. La solución ya no está en el Vaticano ni en sus pares obispos. Quien tiene la posibilidad de solucionar este problema es el mismo Juan Barros. Si su vocación pastoral es verdadera, y entiende que su rol está intrínsecamente manchado por su historia personal, debiera renunciar. No es posible ser pastor sin ovejas.

  • Hugo Omar Inostroza Sáez

    Los argumentos que expone la señora Bitar respecto del obispo de Osorno, son los mismos que han manifestado públicamente otras personas. Entonces, ¿ cuáles son los propios, más allá de su subjetividad, para juzgar a este eclesiástico ? Que el caso es importante por la pérdida de credibilidad que tiene el cardenal y otros personeros de la Iglesia Católica en el país es evidente, pues es cosa sabida a través de juicios ya conocidos y publicitados. Pero, hay que agregar algo nuevo, no quedarse en lo mismo porque con ello se relativiza todo lo que ocurre, si no juzgue los casos de otra naturaleza que están en la pantalla del cine(d)rama nacional.

  • Claudio Sánchez Varas

    La historia se repite una vez mas. Los ciclos vuelven a comenzar en el tiempo pero mantienen sus características. Hace dos mil años eran piedras que se lanzaban a los pecadores por parte de los limpios. No hay duda de lo verosímil de los testimonios, la duda cae con peso sobre el señor obispo y también sobre quienes lo insultaban. También aquí hay falta de liderazgo. Esto tiene graves consecuencia. De momento sólo se mantiene lo medular Jesucristo, los demás estamos llenos de errores.
    Atte.
    Claudio Sánchez Varas

  • Rodolfo Duilio Orozco Vásquez

    Más claro no puede estar el comentario de la señora Cristina Bitar, que refleja la realidad sobre el pastor sin ovejas, señor Barros.

Jorge Edwards

  • El derecho a la historia

    “Chile ostenta una historia densa, compleja, que valdría la pena examinar con seriedad y cuyo examen sería útil”.

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