Primer aniversario de Gobierno
“El ex Presidente Piñera muestra su disposición a asumir el liderazgo de las deprimidas fuerzas de derecha”.
La celebración del primer año del gobierno del segundo período de Bachelet ha tenido un cariz discreto, en comparación con las actividades festivas que se organizaron durante su primer mandato, optándose ahora por las salidas a terreno de los integrantes del gabinete, como una forma de reafirmar el sello del trabajo, según ha señalado el vocero presidencial.
Tampoco los partidos de la Nueva Mayoría realizaron conmemoraciones, que parecían venirse en los casos del PC, la Nueva Izquierda y el MAS, para los cuales es la primera vez, desde el año 1990, en que se incorporan al Gobierno.
Con su representación en el Congreso disminuida por la deserción de parlamentarios, los partidos de derecha no han podido sumarse a celebración alguna. Más aún, después que el caso Penta comprometiera duramente a personajes de la UDI.
Con líderes partidarios recién renunciados en el caso de la UDI y una directiva con poca fuerza en RN, las fuerzas políticas de la derecha no estaban ciertamente en condiciones de manifestarse y ni siquiera de hacer un balance crítico de lo que ha sido este primer año de la Nueva Mayoría. Por eso mismo, ha sobresalido el mensaje que el ex Presidente Sebastián Piñera dirigió a quienes fueron sus principales colaboradores, en el que recuerda los logros alcanzados durante su gobierno, a pesar de que se inició pocos días más tarde de la que, seguramente, ha sido una de las mayores catástrofes naturales que ha enfrentado nuestro país.
La invitación que el ex Mandatario hace al concluir su mensaje es de orgullo por lo realizado y de convocatoria a sus ex colaboradores, para no perder la esperanza y trabajar unidos en la tarea de reconstituir la mayoría ciudadana que permitió su triunfo en las elecciones del 2009. Con ello y sin decirlo formalmente, el ex Presidente muestra su disposición a asumir el liderazgo de las deprimidas fuerzas de derecha, devolverles el optimismo y, también sin proclamarlo explícitamente, de ser nuevamente su candidato presidencial para los comicios de 2017.
La acción de Piñera, que se expone a las críticas que surgirán en el escenario político, ha sido motivada por el vacío de conducción en su sector que necesita recuperarse para enfrentar las próximas contiendas electorales y cumplir el papel que se espera de una legítima oposición.