Segunda mirada: Súper lunes
Finalizando las vacaciones, la prensa nos dijo que nos aprontáramos para enfrentar el súper lunes. Es curioso que esta efeméride, que celebra el masivo retorno a la rutina en la capital, esté conmemorada con la palabra “súper”, que regularmente se asocia a cosas buenas, como Superman o Superocho. Muy por el contrario, este fatídico súper […]
Finalizando las vacaciones, la prensa nos dijo que nos aprontáramos para enfrentar el súper lunes. Es curioso que esta efeméride, que celebra el masivo retorno a la rutina en la capital, esté conmemorada con la palabra “súper”, que regularmente se asocia a cosas buenas, como Superman o Superocho.
Muy por el contrario, este fatídico súper lunes ha estado plagado de cosas malas, para todos sin distinción. Para los de siempre, fue una vuelta de vacaciones con casi dos horas de fila para tomar la micro, o dejar pasar cuatro vagones repletos para poder tomar el metro. Pero el sector oriente no estuvo libre mal: el taco para entrar a la rotonda Pérez-Zújovic duraba casi 20 minutos, y en Vespucio, entre Maquehue y Tobalaba, autos deportivos del año, hechos para la velocidad, bordeaban un promedio de 40 km/h.
Claro, unos andan en micro y otros en auto, pero para equiparar, justo hoy se entregan $41.236 a todas las familias vulnerables del país. La brecha de la desigualdad nunca había sido menor.
E. Risopatrón