Clima de inversión
“Los empresarios no debieran renunciar a la responsabilidad de seguir siendo la locomotora que tira uno de los carros principales del país”.
Las luces de alerta indicaban hace varios meses que la economía se está desacelerando y, por ello, era inevitable que el Consejo de Gabinete se hiciera cargo, como lo ha hecho este martes. A su término, se señaló que habrá una priorización de medidas para intentar frenar la caída.
El ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, se anticipa para advertir que no se está hablando de un ajuste, sino de un crecimiento del gasto a un ritmo menos rápido del que se está acostumbrado, conteniendo algunas expectativas y priorizando con coherencia, en un proceso habitual que hace el Gobierno al mirar hacia el futuro.
No se menciona que la seguidilla de preocupaciones que están planteando los diferentes gremios hayan sido abordadas, como la baja en la inversión no minera. Según el consejero del Banco Central Sebastián Claro, si la capacidad para invertir permanece baja, la capacidad para crecer también será baja. En esa línea, desde la Cámara Chilena de la Construcción estimaron que el crecimiento de la inversión rondará este año en torno al 1%, muy por debajo del crecimiento histórico sobre el 5%.
Por su parte, el presidente de la Sofofa, Hermann von Mühlenbrock, vuelve a reiterar la preocupación gremial sobre los efectos negativos de un país que tiende a la paralización. Advierte que no se debe olvidar que para repartir riqueza, primero hay que crearla y ello se hace con inversión.
Los empresarios, como se ha señalado en un seminario del centro de Políticas Públicas de la Universidad Católica, han percibido que el clima de inversión no es bueno y por tanto hay que repararlo, y, en ese esfuerzo, ellos pueden ser parte de la solución del problema. Es decir, no debieran renunciar a la responsabilidad de seguir siendo la locomotora que tira uno de los carros principales del país y esto implica ponerle el hombro, más allá de las empinadas cuestas que se están transitando.
Para el presidente de la Sofofa, hay que considerar que, si no hay espacio para el crecimiento del gasto público en el 2016, se debe asegurar que el crecimiento del sector privado no se vea torpedeado ya que será la única alternativa. Claro que, primero, hay que esperar que concluya el 2015 y, por ahora, las expectativas no son demasiado halagüeñas.