Incertidumbre
Parte importante de la confusión reinante en el oficialismo se debe a un hecho muy simple: no logran interpretar a la Presidenta. Qué es lo que quiere, qué priorizar, qué se descarta, son las mínimas instrucciones que su gabinete y partidos esperan y no llegan. La falta de una estrategia clara inmoviliza al gobierno y […]
Parte importante de la confusión reinante en el oficialismo se debe a un hecho muy simple: no logran interpretar a la Presidenta. Qué es lo que quiere, qué priorizar, qué se descarta, son las mínimas instrucciones que su gabinete y partidos esperan y no llegan. La falta de una estrategia clara inmoviliza al gobierno y a sus partidarios.
Pese a esto, el diseño de la Presidenta sigue siendo la concentración máxima del poder en su persona. Esto tiene su origen en la desconfianza de la Mandataria hacia quienes pudieran tener una agenda distinta a la de ella. Su relación con los partidos no pasa por su mejor momento, el secretismo y las acciones inconsultas son tolerables cuando el gobierno está bien respaldado, pero los presidentes de partido han hecho ver que las condiciones han cambiado.
Ante la falta de conducción y liderazgo, afloran las estrategias propias. La del partido comunista que presiona a su propio gobierno con paros y marchas para que concrete los cambios que se habrían acordado al ingresar a la Nueva Mayoría y por otra parte un sector importante de la DC que no comparte muchos de esos mismos cambios y no repara en criticarlos abiertamente. Fue el Senador DC Patricio Walker, presidente del senado, quien abrió la puerta para discutir cambios a la reforma tributaria por sus efectos negativos sobre la economía y el empleo.
Así el Gobierno se empieza a quedar sin margen, ya apretó el acelerador a fondo en la economía, inyectándole una gran inversión pública lo que le ha permitido moderar temporalmente las negativas cifras de crecimiento y empleo, pero que no es sostenible en el tiempo. Ha sido el propio Ministro Valdés quien con sinceridad ha notificado a los partidos de gobierno que no hay más recursos, y que el estado de la economía es delicado, haciendo esfuerzos por trasmitir confianza en medio de la incertidumbre que ha alejado a la inversión privada y que pone en riesgo el futuro inmediato.
¿Cómo salir de este clima de incertidumbre? Surge la necesidad de diálogo, en que los Ministros Burgos y Valdés parecen comprometidos, aunque sin convencer a la Presidenta. ella siente que los costos políticos y sociales son necesarios para instalar sus reformas, pero ese discurso es más propio de un gobierno que termina que de uno que comienza.