Nos están goleando
Por Paola Cabezas Z.
Abogada Reforma la reforma
“La flexibilidad que el sistema laboral chileno necesita se ve como una amenaza a los derechos laborales”.
Por Paola Cabezas Z.
Abogada Reforma la reforma
En lenguaje Copa América, nos están goleando. Me refiero a la ciudadanía, los trabajadores y a las pymes, todos los que llevamos meses tratando de dar fundamentos de por qué la reforma laboral es insuficiente. Hemos tenido dos logros: se reconoció que esto no es una reforma, sino una agenda de un tema específico y se modificó el concepto de servicios mínimos, lo que permitirá que empresas como el Metro de Santiago –considerado de utilidad pública– no colapse a la ciudad en caso de huelga.
Con este cambio se permitirá, a menos que aparezca la “aplanadora” en el Senado, que empresas que atienden necesidades básicas de la población funcionen durante una huelga, cuidando a los ciudadanos. Un logro importante, sin lugar a dudas. Pero seguimos olvidando a las pymes y los trabajadores.
Las pymes, que dan el 80% del trabajo en Chile, no salen en TV, sus huelgas tampoco salen en TV, por tanto, sus problemas no son públicos. Y frente a este abandono, la única solución planteada por la “Agenda Laboral” es la huelga sin reemplazo, planteándola como solución. No es solución a nada, es un incentivo a irse derecho a lo que se supone es la última medida de fuerza. En ésta, queda la ciudadanía y los trabajadores en medio, como ocurre hoy con el paro de Transantiago, dejando gente esperando hora y media en un paradero.
Dentro de los trabajadores, está la mujer, la tercera edad y los jóvenes. La flexibilidad que el sistema laboral chileno necesita no llega, se ve como una amenaza a los derechos laborales. La jornada parcial en Chile es tan rígida que casi no puede usarse. De hecho, es desconocida por los empleadores y su principal problema es que se debe prestar en horas continuas. ¿Por qué no puedo trabajar tres horas en una empresa y dos horas en otra? ¿Por qué se debe atacar dicha flexibilidad tildándola de precaria? La teoría del bien y el mal se come los argumentos.
Esa flexibilidad es una de las formas en que los relegados por el sistema laboral chileno, (repito: la mujer, la tercera edad y los jóvenes) ingresen a él, probando sus calidades y capacidades. Esta “agenda” no se hace cargo de los problemas de brecha salarial de la mujer, de la discriminación por género que sufre todos los días, ni del hecho de que la mujer a los 60 años, aun jubilada, muchas veces tiene ganas de tener un trabajo por hora.
Acaba de ingresar el proyecto de ley a la comisión de hacienda, y ya le están poniendo plazos para salir de ahí. Para que el Senado la despache. Tranquilos! No hay urgencia, Chile se merece un proyecto bien discutido y bien consensuado. No queremos otra reforma tributaria. Y lo último, por favor escuchemos al sindicalismo descolgado de la CUT, ese que no presiona con paros.