Pesca I
Señor Director: El subsecretario de Pesca, Raúl Súnico, manifestó su reproche ante la posibilidad de derogar la Ley de Pesca utilizando el eslogan: “Sería volver a las cavernas”. Es necesario señalar que el subsecretario o sabe muy poco del sector o derechamente falta a la verdad, dejando muy claro que se ha aprendido de memoria, […]
Señor Director:
El subsecretario de Pesca, Raúl Súnico, manifestó su reproche ante la posibilidad de derogar la Ley de Pesca utilizando el eslogan: “Sería volver a las cavernas”.
Es necesario señalar que el subsecretario o sabe muy poco del sector o derechamente falta a la verdad, dejando muy claro que se ha aprendido de memoria, como buen alumno, el discurso de las 7 familias de la industria pesquera.
De ser derogada o anulada la Ley de Pesca, los recursos pesqueros no sufrirían ningún deterioro. Esto, porque existirían, al igual que hoy, cuotas anuales, las que pueden ser manejadas de forma fraccionada. Esto, dado que nos deberíamos regir por la ley del año 91, hasta contar con una nueva normativa acorde a las necesidades del país.
Con la anulación de la ley el gran ganador es el país, porque se recuperaría la propiedad de los peces. Sólo perdería la gran industria pesquera, pues habría un espacio para terminar con los privilegios y regalos que obtuvieron con la norma, estimado en 740 millones de dólares anuales.
Es necesario recordar que en la década de los 90, época a la que alude el subsecretario, existían recursos pesqueros manejados por ley sin límites máximos de captura. En esos momentos había más de 70 armadores y 174 naves sólo en la zona centro sur. Hoy, producto de la concentración que ha permitido la Ley de Pesca, la flota existente es de apenas 34 naves, con 7 familias controladoras del 90% de los recursos.
Juan Montenegro S.
Presidente Federación de Trabajadores Pesqueros