Segunda mirada: Gobernar con subrogantes
Por E. Risopatrón Los ánimos están crispados con la falta de contralor, director del SII y el nombramiento del nuevo ministro de la Segpres. Al ser preguntado por este último, la Presidenta pidió terminar con la lesera y aseguró que la Segpres no estaba acéfala, porque hay una ministra subrogante, y que se trabaja como […]
Por E. Risopatrón
Los ánimos están crispados con la falta de contralor, director del SII y el nombramiento del nuevo ministro de la Segpres. Al ser preguntado por este último, la Presidenta pidió terminar con la lesera y aseguró que la Segpres no estaba acéfala, porque hay una ministra subrogante, y que se trabaja como siempre.
Menos mal que se encontró un buen antídoto para la frágil situación del país: gobernar con subrogantes. ¿Qué necesidad hay de nombrar nuevos ministros si se puede trabajar como siempre a punta de subrogantes? Sólo beneficios, como notó el subsecretario de Trabajo, que bromeó estar asumiendo dos subsecretarías con un solo sueldo.
¿Qué significará ser subrogante, sino el que ruega desde abajo? Por fin, tendremos ministros (s) humildes y pujantes. La demora en las designaciones parece cada vez menos azarosa y más determinada. Gobernar con subrogantes podría ser la fórmula perfecta para un gobierno con poco gasto y sin sobresaltos.