Segunda mirada: Multas sin sentido
Llega el frío y, con él, las ya clásicas preemergencias, restricciones y medidas varias para reducir la contaminación a través de desincentivar el uso de automóviles. La experiencia, sin embargo, nos demuestra que la restricción vehicular ha tenido poco impacto en la calidad del aire que respiramos los santiaguinos. Varios estudios han señalado, además, que […]
Llega el frío y, con él, las ya clásicas preemergencias, restricciones y medidas varias para reducir la contaminación a través de desincentivar el uso de automóviles.
La experiencia, sin embargo, nos demuestra que la restricción vehicular ha tenido poco impacto en la calidad del aire que respiramos los santiaguinos. Varios estudios han señalado, además, que los días de restricción el tráfico de automóviles sólo se reduce en poco más de 5%, lejos del 25% estimado por las autoridades.
Frente a esta situación, se optado por la creatividad, implementando vías exclusivas extraordinarias, 2, 3 y hasta 4 dígitos en días críticos, con efectos discutibles y una sobrecarga al ya atribulado sistema de transporte público. Qué decir con los incentivos a ciclistas, que no deberían pedalear con ese aire.
En Chile no tenemos colas para comprar víveres, pero sí para pagar las multas en la municipalidad.
Teresita Clark H.