Segunda mirada: Oscuros secretos en internet
Me asusté cuando me di cuenta de que Youtube me conocía más de lo que me conozco yo. Al estar mi sesión de Gmail iniciada de forma automática, Google recoge cada clic que hago y todo lo que tipeo en la barra de direcciones. Por eso, no me extrañaba la publicidad personalizada de ropa y […]
Me asusté cuando me di cuenta de que Youtube me conocía más de lo que me conozco yo. Al estar mi sesión de Gmail iniciada de forma automática, Google recoge cada clic que hago y todo lo que tipeo en la barra de direcciones. Por eso, no me extrañaba la publicidad personalizada de ropa y yogures contra el tránsito lento que aparece en cada página que abro. Pero cuando Youtube comenzó a ponerme publicidad de pañales, se adelantó incluso a mis planes.
La privacidad quedó obsoleta. Si bien nuestros datos están protegidos por leyes, esto no quiere decir que las grandes corporaciones no puedan hacer uso de ellos a destajo, y, lo que es más escalofriante, planificar nuestras vidas.
Yo no había pensado en guaguas, pero… qué linda la guagüita del comercial. ¿Es el próximo paso? ¿No es muy luego? Ahora los dos ya están en mi cabeza: la hipotética guagua y, por supuesto, la marca de pañales que usará.
Teresita Clark H.