Segunda mirada: ¿Qué culpa tiene?
Se acabó esta semana la teleserie turca Fatmagül, que mostraba la historia de una chica violada por cuatro jóvenes. Tres de ellos eran hijos de hombres muy poderosos de Estambul. Una antigua ley de ese país decía que, para salvar su honra, la mujer violada debía casarse con el violador. Con esta medida pretendieron zafar […]
Se acabó esta semana la teleserie turca Fatmagül, que mostraba la historia de una chica violada por cuatro jóvenes. Tres de ellos eran hijos de hombres muy poderosos de Estambul. Una antigua ley de ese país decía que, para salvar su honra, la mujer violada debía casarse con el violador. Con esta medida pretendieron zafar de la cárcel y casaron al más pobre de los tres con Fatmagül. Su nuevo marido —que recibió dinero de sus amigos por casarse con ella— sentía mucha culpa y poco a poco se fue ganando el corazón de Fatmagül, hasta que se convirtieron en una feliz pareja en libertad, mientras sus amigos perecieron en la cárcel.
La teleserie deja la enseñanza de que el maltrato a la mujer no es condenable si ella perdona. Es lo nocivo de importar programación de otras culturas, tan diferentes a la nuestra.
Esta semana surgió un mediático caso en Turquía, en que una mujer debió indemnizar a su marido porque él, al golpearla, se lesionó la mano. Chile no es Turquía. Mantengámoslo así.
Teresita Clark H.