Desaprobación
Señor Director: Aunque el primer mandato presidencial de Bachelet no fue un “éxito de taquilla”, lo terminó bastante airosa con una buena aprobación, gracias a que continuó el modelo político, económico y social que vivía el país por varios años y que éste logró una prosperidad ejemplar en Latinoamérica y el mundo. En este segundo […]
Señor Director:
Aunque el primer mandato presidencial de Bachelet no fue un “éxito de taquilla”, lo terminó bastante airosa con una buena aprobación, gracias a que continuó el modelo político, económico y social que vivía el país por varios años y que éste logró una prosperidad ejemplar en Latinoamérica y el mundo.
En este segundo mandato, ha tratado de cambiar el modelo con una revolución solapada en base a reformas con características más bien ideológicas que prácticas y no adecuadas para continuar el progreso, como lo demuestran los acontecimientos de intranquilidad y desaceleración en todos los ámbitos de la sociedad.
Todo lo anterior lleva a pensar en el sabio adagio: “Nunca segundas partes fueron buenas”. Por eso su taquilla ha bajado a un menor porcentaje de aprobación que la magra obtenida del universo de electores en la votación presidencial. No bastan los cambios ministeriales para salir del paso, sino cambios ideológicos que estén acorde a la idiosincrasia del país.
Marcos Concha Valencia