Educación artística
Señor Director: En este momento quisiera no sentir la presión social que me empuja a caer en la tradición de este injusto sistema. Si hoy tuviese que escoger sobre mi futuro, sin pensarlo sería una artista. Pero cuando enfrento la realidad y lo difícil que es sobrevivir del arte en Chile, comienzo a entender por […]
Señor Director:
En este momento quisiera no sentir la presión social que me empuja a caer en la tradición de este injusto sistema. Si hoy tuviese que escoger sobre mi futuro, sin pensarlo sería una artista. Pero cuando enfrento la realidad y lo difícil que es sobrevivir del arte en Chile, comienzo a entender por qué todos dicen que aquí me voy a morir de hambre. Qué injusto me parece que quienes tienen esta mirada sobre las profesiones u oficios relacionados con cualquier expresión artística son los mismos que gozan toda la vida de sus enormes beneficios y gratas sensaciones. Lo malo es que en Chile la mayoría quiere hacerlo a costo cero. En el fondo, no respetan de verdad al arte, ni tampoco lo promueven. Lo usan o sólo lo consumen. Y a la mala: libros, música, vídeos, todo pirateado o descargado gratis. Las clases de música en los colegios, cada vez con menos horas; espacios públicos para practicar con los recursos apropiados, cero; talleres serios de pintura, poesía, danza, casi nada, y los pocos que existen, con muy poco apoyo. Tanto que se fijan en los modelos educativos extranjeros y pareciera que sólo les preocupan las carreras tradicionales o las que resultan rentables para el país. Han visitado países donde la educación artística tiene un importante valor para el desarrollo personal y de la sociedad, pero de eso nada han rescatado. Otra señal más de la ignorancia y falta de visión de las comisiones de expertos.
Daniela Le Roy
Estudiante de 2º medio Liceo Parroquial San Antonio