La visita del Papa a Bolivia
“Los Papas dejaron de ser una instancia diplomática hace más de un siglo”.
El Papa Francisco visitará Bolivia y otros países latinoamericanos. El año que viene también visitará Chile. Existe un legítimo temor de que el Presidente y el gobierno bolivianos interpreten su viaje apostólico y pastoral como un apoyo a las demanda de Bolivia por una salida al mar soberana en territorio chileno. Lamentablemente, cualquier palabra del Papa será interpretada en clave política. Estoy seguro de que no tendrán ese sentido, ya que Su Santidad realizará una visita pastoral, como han sido todas las visitas a los países que tienen una población católica.
Los Papas dejaron de ser una instancia diplomática hace más de un siglo. La última misión como tal la realizó, en el siglo XIX, León XIII, cuando intervino en la disputa por las Islas Carolinas, entre Prusia y España. En esa ocasión le dio la razón a Alemania, a pesar de ser un país protestante y España católico. Mostraba, entonces, que la justicia internacional estaba por encima de los credos religiosos.
La mediación papal entre Chile y Argentina, si bien sugerida por la petición de la Iglesia Católica de modo no oficial, fue pedida y aceptada por ambos países. En el pasado medieval, el Papa fue tenido como la mayor autoridad en asuntos internacionales. Se lo tenía como el árbitro supremo de la Cristiandad y ejerció como tal hasta el siglo XV, cuando demarcó los límites en América entre los reinos de Castilla y Portugal. Si bien en los siglos siguientes intervendría especialmente en la península italiana, su acción fue desapareciendo poco a poco.
En el pasado, tanto fue el prestigio del Papado, a pesar de las crisis que sufrió en los siglos XIV y XV, que el derecho internacional lo tenía como Señor de las islas, lo que significaba que el Papa podía dar la soberanía de las tierras que no pertenecieran a príncipe cristiano. En una sociedad que no es Cristiandad, el Papa no puede ejercer como árbitro de oficio. La función del Papa como suprema autoridad del catolicismo no puede ser confundida con otra autoridad que no posee. Ser Sumo Pastor no lo hace árbitro internacional, ni tampoco moderador de conflictos entre naciones modernas.
La Iglesia Católica posee una Doctrina Social que, desde León XIII hasta hoy, busca que la justicia sea vivida y en especial se realice entre los más pobres. Esto no es intervenir políticamente, sino un llamado a vivir humanamente y a superar las injusticias.
Algunos piensan que las Iglesias y que el Papa no debieran decir nada acerca de las cuestiones mixtas, pero ello no sería justo, ya que en una sociedad moderna, plural y democrática, todos pueden y deben manifestar su opinión. Pero el Papa hoy no representa una instancia diplomática, aunque dirija la pequeña Ciudad del Vaticano, que recibe y envía embajadores. No actúa en los conflictos internacionales, sino que a lo más hace llamados a La Paz y a la concordia, siguiendo a su Fundador a quien llama Príncipe de la Paz.