Medallero en Toronto
“Nuestros deportistas más destacados surgen producto de esfuerzos familiares”.
Por Luis Peñailillo
Escuela de Kinesiología, UFT
Es fascinante la expectación y la felicidad que nos causa cuando miramos por televisión (por cable) a nuestros representantes disputar un lugar en el podio de los Juegos Panamericanos. Sentimos admiración y orgullo cuando sumamos una presea en el medallero. Sin embargo, Chile figura décimo con 17 medallas, detrás de Guatemala y Ecuador, muy lejos del séptimo Argentina con 52 y a años luz bajo naciones que son potencias mundiales como Estados Unidos, con 173 medallas hasta ahora. No obstante, hemos mejorado en comparación con Guadalajara 2011, donde terminamos en el lugar 13 de la general con 3 preseas doradas. A pesar de estos resultados, es válido preguntarse: ¿son los logros de Bárbara Riveros, los hermanos Miranda, la dupla en el tenis y del remo producto de un trabajo sistemático, potenciados por instituciones gubernamentales? Parece que nuestros deportistas más destacados, de los cuales las autoridades se aferran para publicitar el apoyo al deporte, surgen producto de esfuerzos familiares e individuales, y en muy pocos casos, producto de acciones o políticas sistemáticas y estructuradas a largo plazo del gobierno de turno. No es difícil analizar ejemplos de gobiernos con reales intenciones de llegar a lo más alto del deporte, algo que no ocurre en nuestro país. Otras naciones producen (sí, ¡producen! y hasta “en serie”) deportistas de rendimiento mundial mediante la implementación de instalaciones tecnológicas, asesoría de científicos y profesionales dedicados a mejorar los rendimientos, sueldos a los deportistas acordes con sus necesidades, que les permitan ser profesionales al 100%. Modelos a largo plazo como el que adoptó Australia (para Sydney 2000), que fue copiado luego por Inglaterra para las olimpiadas de Londres 2012, son dignos ejemplos a seguir si los gobiernos se lo proponen. Es admirable cómo nuestros deportistas, orgullosamente, nos representan en las competencias a pesar del poco apoyo, pero, ¿cómo serían nuestros atletas si tuvieran a su alcance mejores instalaciones, mejores profesionales y participaran más en competencias internacionales? ¿Seríamos los campeones del mundo? ¿Hemos, como país, puesto todo nuestro esfuerzo por apoyarlos, así como ellos se han esforzado por llegar a clasificar a un panamericano? Para que nos moleste y nos dé pena no figurar arriba en el medallero debemos primero haber invertido en lograr ese objetivo. Entonces, ¿quién no ha puesto los esfuerzos suficientes como para querer estar en el alto nivel? Yo pienso que nuestros atletas hacen todo lo posible como para clasificar y llegar en las mejores condiciones posibles. Pero, ¿son estas condiciones las óptimas?