Pauta predecible tras cacerolazos
“No será con algunas apariciones mediáticas con que se calmará el ‘clanclán’ de las cacerolas… Sólo un trabajo planificado generará resultados”.
El cacerolazo contra la delincuencia es una señal que no debe pasar inadvertida para la autoridad.
Es fruto de una mezcla de cansancio ciudadano ante repetidos hechos delictuales con alta violencia o temor a sufrir algunas de estas situaciones. Una protesta que llama aún más la atención por generarse en un sector social al que no es tradicional ver liderando acciones colectivas de descontento.
Los expertos advierten con razón que no son estos grupos los que sufren en términos absolutos las mayores cifras de delincuencia, pues en materia de victimización, el sur de Santiago encabeza estos incómodos ránkings.
Aunque la Encuesta Nacional Urbana de Seguridad Ciudadana, ENUSC, mostró que la victimización se ha estancado en torno al 25% a nivel país, otros indicadores sí detectan un aumento en los robos con violencia en comunas como Las Condes, Vitacura, Lo Barnechea.
Ya ocurridas estas protestas, el mundo político reacciona siguiendo una pauta predecible: Críticas desde un lado del espectro, acusando fracaso en las políticas implementadas; comparación de números de largo aliento desde el otro lado, para así enfatizar que -mirada con la perspectiva de los años- la situación no es tan negativa. Y mientras, desde el Ejecutivo, se activan reuniones y aceleran medidas para mostrar que en materia de seguridad se están haciendo cosas.
El subsecretario de Prevención del Delito, Antonio Frey, cifra importantes expectativas en la prevención, con el aumento de seis mil carabineros y 1.200 detectives de la PDI esperando incrementar, con ello, la capacidad investigativa y dar una mejor respuesta con el programa Seguridad para Todos. Ahora se agregan oficinas policiales que buscan reforzar lazos con cada comunidad.
Pero no será con algunas apariciones mediáticas con que se calmará el “clanclán” de las cacerolas.
Y he ahí la mayor dificultad que tiene el manejo del tema delincuencial para todas las autoridades que históricamente han encabezado esta tarea. Sólo un trabajo planificado, que incorpore a todos los protagonistas de los temas de seguridad ciudadana -y con correcciones si es que se ven necesarios ajustes-, generará resultados que se transformen en señales tranquilizadoras para la ciudadanía y preocupantes para quienes optan por la delincuencia.