Segunda mirada: Bomberos chicos malos
A palos fueron recibidos bomberos la noche del miércoles pasado en Peñaflor. Un taller mecánico ardía en llamas, y los vecinos, furiosos por la tardanza de Bomberos en llegar, hacían de todo para apaciguar ellos mismos el incandescente muro de fuego. Los bomberos reclaman que la gente los llama cuando la crecida de las llamas […]
A palos fueron recibidos bomberos la noche del miércoles pasado en Peñaflor. Un taller mecánico ardía en llamas, y los vecinos, furiosos por la tardanza de Bomberos en llegar, hacían de todo para apaciguar ellos mismos el incandescente muro de fuego.
Los bomberos reclaman que la gente los llama cuando la crecida de las llamas se sale de control, y no cuando recién comienza a generarse el incendio. ¿Hace falta educación cívica para prevención y amortiguación de incendios?
Lo que hace falta es más regulación, más monitoreo, más propagandas masivas, entre tantas cosas que les faltan a los pobres bomberos de Chile. El problema es ese: que son pobres. Pobres chiquillos voluntarios, que arriesgan su vida por su vocación de servicio (algunos por su oculta piromanía). Ahora, además de trajes antifuego, cascos y mangueras, deberán ir armados con palos para que los vecinos indignados no impidan que cumplan con su labor.
E. Risopatrón