Segunda mirada: Prohibicionitis
Por Juan Kabán A la hora de las restricciones yo sería un poco más creativo. ¿Por qué sólo para los autos catalíticos? ¿Y los aviones? Capaz que la idea prenda y en la TV se anuncie: “Mañana no podrán despegar los aviones cuyas patentes terminan en 2 y 3″. Después de todo, la aeronave más […]
Por Juan Kabán
A la hora de las restricciones yo sería un poco más creativo.
¿Por qué sólo para los autos catalíticos? ¿Y los aviones? Capaz que la idea prenda y en la TV se anuncie: “Mañana no podrán despegar los aviones cuyas patentes terminan en 2 y 3″. Después de todo, la aeronave más eficiente contamina el doble por pasajero que un autobús (un ejemplo es el Airbus A 380, que produce 75 gramos de dióxido de carbono por persona).
Además, la cruzada anticatalíticos no es democrática. Los habitantes de los barrios más pirulos, con cinco autos por hogar, podrán seguir circulando en alguno de ellos.
Entonces, propongo restricción por sector. “El día lunes no podrán circular los vehículos catalíticos en Lo Curro y San Damián”, se informará en los medios. Para controlar eso habrá que llenar de carabineros los barrios de turno. La idea mata dos pájaros de un tiro: menos contaminación y menos cacerolazos.