Verdad de Neruda
Señor Director: El actor Luis Gnecco dice que hay que perderles el respeto a las figuras históricas. Respecto de la película sobre la presunta persecución del poeta Pablo Neruda, es necesario precisar que a lo que se le falta el respeto es a la verdad histórica. En octubre y noviembre de 1947, Neruda dio a […]
Señor Director:
El actor Luis Gnecco dice que hay que perderles el respeto a las figuras históricas. Respecto de la película sobre la presunta persecución del poeta Pablo Neruda, es necesario precisar que a lo que se le falta el respeto es a la verdad histórica. En octubre y noviembre de 1947, Neruda dio a conocer una carta, en diarios de Venezuela y México, donde acusaba a González Videla de haber entregado secretos militares y parte del territorio nacional a los estadounidenses, lo cual, desde luego, era falso. Por ello el gobierno se querelló ante los tribunales de justicia en contra de Neruda y el fiscal Urbano Marín, de la Corte de Apelaciones, estimó que había méritos para abrir causa. Neruda designó de abogado a Carlos Fuentes Vicuña y la causa se llevó hasta ser desaforada por cuatro votos contra cinco, donde los votos de mayoría fueron de abogados integrantes, siendo titulares los magistrados Miguel Aylwin, Trucco y Schepeler. El presidente del Senado, Arturo Alessandri, otorgó un permiso constitucional a Neruda para dejar el país y le dio un pasaporte diplomático que no usó. Tras fracasar el intento de asilo ante México (cuyo embajador, previa consulta al Presidente de ese país, no pudo recibirlo como “asilado político” por cuanto Chile estaba bajo una democracia estable) optó por la clandestinidad y huyó del país, dando oportunos avisos a sus amigos de América y Europa. La orden de detención no la dio el gobierno, sino que el ministro sumariante Miguel González, ante quien Neruda se negó a concurrir para prestar declaración, pese a la reiterada petición de su abogado defensor. Es más, el Senado nunca resolvió sobre su desafuero y el período de Neruda concluyó en 1950, sin haberse efectuado elección suplementaria, como correspondía a una vacancia en esos años. Una simple revisión de la prensa desde octubre de 1947 a marzo de 1948 da un detallado panorama del proceso, apelaciones, sentencia y otros detalles de éste, que se hizo conforme al Estado de Derecho de ese tiempo. Como se ve, contrario a lo que indica el distinguido actor, no es la figura la vulnerada, sino que la verdad.
Jaime González Colville
Academia Chilena de la Historia