El riesgo de China
“China es la principal fuente de crecimiento del consumo de petróleo fuera de la OCDE y representa entre 40 y 45 por ciento de la demanda por aluminio, acero y cobre. Estas cifras ilustran la importancia que tiene el crecimiento económico de China para el precio de las materias primas”.
Por Helmut Franken
PhD. Sur-Sur-Economics
La economía de China se encuentra en un proceso de desaceleración, aunque no existe consenso entre los economistas sobre cuán profundo y persistente será este ciclo. En un artículo de “La Segunda” del día 4 de agosto, David Dollar, experto en China de The Brookings Institution, argumenta que, al no estar unido al sistema financiero mundial, es poco probable que ese país cause una crisis financiera global, menos aún de la magnitud de la que causó la caída de Lehman Brothers.
No pretendo rebatir este punto. Lo que sí me parece que no se puede subestimar es el riesgo que China representa para la economía global, en general, y para los países exportadores de materias primas, en particular. El mismo Dollar dice que “si China llegará a tener una crisis probablemente será una de crecimiento y no una financiera”. En este contexto, se debe tener en cuenta que China es la principal fuente de crecimiento del consumo de petróleo fuera de la OCDE y representa entre 40 y 45 por ciento de la demanda por aluminio, acero y cobre. Estas cifras ilustran la importancia que tiene el crecimiento económico de China para el precio de las materias primas.
Latinoamérica es altamente dependiente de las exportaciones de materias primas, por lo que las fuertes caídas que se han observado en los precios de éstas constituyen una importante fuente de riesgo para los países de la región. Entonces, aun aceptando la hipótesis de que China no representa una amenaza de crisis financiera global, no se puede descartar que sí represente una amenaza de crisis financiera en algún país que se vea afectado por la caída del precio de una materia prima del cual es exportador. Y mirando al barrio, el caso más preocupante es Brasil. De hecho, el Fondo Monetario Internacional, en su último Informe de Artículo IV, publicado en marzo, afirmó que la economía brasileña atraviesa por una situación tan difícil que incluso la estabilidad financiera se podría ver amenazada. Y en este escenario, un contagio financiero hacia los países de la región y las economías emergentes no puede ser descartado.