Segunda mirada: Ontología relativa del feto
En medio del debate sobre el aborto, pasa desapercibida la paradoja de la calidad ontológica relativa del no nato. Para muchos abortistas dicha calidad es nula, pero para todos es diferente a la de la madre. En embarazos deseados, en cambio, desde el momento que la línea se marca azul se trata de una persona. […]
En medio del debate sobre el aborto, pasa desapercibida la paradoja de la calidad ontológica relativa del no nato.
Para muchos abortistas dicha calidad es nula, pero para todos es diferente a la de la madre. En embarazos deseados, en cambio, desde el momento que la línea se marca azul se trata de una persona.
La apreciación del no nato es similar dentro del sistema de adopción, que da múltiples facilidades a la mujer con un embarazo no deseado. Pero en todos esos casos, la condición relativa del niño por nacer, favorable o no a su vida, depende de quien lo espera (o no lo hace).
Por eso, el caso más lamentable se da en la contradicción de una familia que espera a un hijo y lo pierde, o nace muerto. En muchos casos, los cadáveres acaban en la basura junto con desechos médicos, sin sepultura. El niño no puede ser inscrito, y como no tuvo certificado de nacimiento, tampoco tiene defunción. Quien esperó a un hijo que no nació, jamás podrá probar que existió, porque para el sistema un no nato es sinónimo de NN.
E. Risopatrón