Viña del Mar
Señor Director: En el reportaje “Burocracia destructiva: La razón que podría liquidar el mall de Viña”, publicado el viernes 28 de agosto pasado, me veo en la necesidad de referirme a lo dicho por la alcaldesa Reginato en orden a que ella, cita textual, “sólo pide que se construya respetando la normativa y descarta que […]
Señor Director:
En el reportaje “Burocracia destructiva: La razón que podría liquidar el mall de Viña”, publicado el viernes 28 de agosto pasado, me veo en la necesidad de referirme a lo dicho por la alcaldesa Reginato en orden a que ella, cita textual, “sólo pide que se construya respetando la normativa y descarta que las dificultades puestas a Marina Arauco tengan como objetivo complacer a grupos anticonstrucción (sic), a un año de las elecciones municipales”. Los profesionales de nuestra fundación denunciaron en la Contraloría que el permiso de edificación del año 2000 había caducado inexorable y automáticamente en 2003, porque el titular del proyecto no ejecutó en el plazo de tres años las obras preliminares que señala la reglamentación.
El mall inició hace un par de años su edificación con normas urbanísticas sumamente permisivas contenidas en la autorización, las que se modificaron en el Plan Regulador Comunal de Viña del Mar en el año 2002, haciéndolas más restrictivas, y por ello el interés del inversionista en aferrarse al permiso caducado. Ahora el titular del proyecto deberá solicitar un nuevo permiso, adscribiéndose a la normativa actual.
Los lectores habrán sacado sus conclusiones. Sin embargo rechazamos de plano el apelativo “grupos anticonstrucción” asignado por su diario a nuestro colectivo ciudadano: estamos a favor de la construcción sustentable, en donde todos los actores del mercado inmobiliario respeten las reglas del juego para que así exista una sana competencia y por ello nos autodenominamos como un “grupo anticorrupción”.
Patricio Herman
Fundación Defendamos la Ciudad