Ascensores, ¿en mantención?
Por Jaime Romero A.
Subsecretario de Vivienda y Urbanismo
Por Jaime Romero A.
Subsecretario de Vivienda y Urbanismo
Los accidentes, desperfectos y dificultades operativas que afectan frecuentemente a los ascensores han producido lesiones a personas y complicaciones, por ejemplo, en el traslado de pacientes, niños, embarazadas y adultos mayores, cuando esto ocurre en hospitales o conjuntos habitacionales de gran altura.
El clásico cartel “En mantención”, que en muchos casos se equilibra por semanas o meses, ya no resulta apropiado ni menos aporta seguridad en los cerca de 35 mil ascensores que existen en el país (30% de ellos en edificios residenciales y el resto en lugares de trabajo). En el mantenimiento y operación de los llamados “transportes verticales” –entre los cuales se incluyen montacargas, funiculares, escaleras y rampas mecánicas– resulta fundamental el compromiso de los copropietarios y usuarios. Según un estudio realizado por el Ministerio de Vivienda y Urbanismo (Minvu), casi un 80% de ellos desconoce las mantenciones realizadas a los ascensores de sus edificios, y sólo un 25% percibe como alto el nivel de seguridad de los ascensores que usan.
La mantención de los “transportes verticales” no ha sido prioridad para muchas comunidades. Pero esto cambiará cuando entre en vigencia la modificación a la Ordenanza General de Urbanismo y Construcciones. La nueva norma exigirá la mantención mensual de los elevadores y una certificación de los mismos –tal como la que hoy existe para las instalaciones de gas– cada dos años en el caso de los ascensores residenciales, y anualmente para los destinados a otros usos. Para esto, el ministerio cuenta con un registro público de instaladores, mantenedores y certificadores, que acredita los requisitos administrativos exigibles para realizar las inspecciones.
Una vez entrada en vigencia la norma, las mantenciones deben comenzar de inmediato, y por lo tanto los copropietarios de los distintos edificios van a tener que considerar con los administradores el desarrollo de este ítem. Si bien esto significará un aumento marginal en gastos comunes, dependiendo del número de departamentos, la mayor exigencia representa, en este caso, una inversión, tanto en prevención como en mayor seguridad y tranquilidad para los vecinos.