Segunda mirada: Cuando los hechos cambian
La insistencia de algunos sectores en conseguir gratuidad en educación superior bajo ciertas fórmulas específicas —y la facilidad con que la Presidenta asumió ese compromiso— ha obligado al Gobierno a hacer malabares de última hora para encajar la promesa en las estrecheces del presupuesto fiscal. La porfía de los gremios de la salud pública, que […]
La insistencia de algunos sectores en conseguir gratuidad en educación superior bajo ciertas fórmulas específicas —y la facilidad con que la Presidenta asumió ese compromiso— ha obligado al Gobierno a hacer malabares de última hora para encajar la promesa en las estrecheces del presupuesto fiscal. La porfía de los gremios de la salud pública, que obligaron al Ejecutivo a descartar las concesiones como herramienta para construir hospitales, nos ha llevado a una paradoja: con menos hospitales que los ofrecidos y pagando un precio similar al que se habría gastado si fueran concesionados.
Pero el Gobierno todavía está a tiempo de dar vuelta el resultado de este partido, si comprende que renunciar a los instrumentos no es igual que renunciar a los principios. Una vez, un político conservador acusó a John Maynard Keynes de cambiar de opinión. El célebre economista inglés le respondió: “Cuando los hechos cambian, yo cambio mi forma de pensar. ¿Y usted qué hace, señor?”.
J. J. Cruz