Segunda mirada: Eslabón perdido
La búsqueda del origen de la especie humana siempre ha sido un desafío fascinante. El descubrimiento en una cueva de la región del Witwatersrand, en Sudáfrica, de restos fósiles de una nueva especie de homínido, agrega información inédita sobre la cadena evolutiva, a la vez que abre otras interrogantes. El Homo naledi, como fue denominado, […]
La búsqueda del origen de la especie humana siempre ha sido un desafío fascinante. El descubrimiento en una cueva de la región del Witwatersrand, en Sudáfrica, de restos fósiles de una nueva especie de homínido, agrega información inédita sobre la cadena evolutiva, a la vez que abre otras interrogantes.
El Homo naledi, como fue denominado, no tiene aún una edad conocida, pero habría vivido entre el Australophitecus y el Homo erectus (es decir, entre 3,2 millones de años y 1,6 millones de años de antigüedad), y, según han concluido los científicos, poseía características de ambos. Pero no está claro si representa un eslabón pendiente en esta cadena o si, por el contrario, es contemporáneo a otras especies conocidas. La duda más inquietante, sin embargo, tiene que ver con la forma en que fueron hallados los fósiles en la caverna. Podría tratarse, señalan los antropólogos, de un agrupamiento funerario, lo que presupone cierta habilidad cognitiva y los ubica mucho más cerca de nosotros, los humanos.
Ramón Rivas