Segunda mirada: Simetría
A veces alguien se distrae en la custodia del orden que se enmascara en el azar, y nos permite atisbar la tramoya. En Iquique dos tenientes de Ejército pintan con “spray” un monolito que recuerda a los detenidos desaparecidos; en el Cementerio General de Santiago, desconocidos vandalizan el memorial dedicado al fundador de la UDI […]
A veces alguien se distrae en la custodia del orden que se enmascara en el azar, y nos permite atisbar la tramoya. En Iquique dos tenientes de Ejército pintan con “spray” un monolito que recuerda a los detenidos desaparecidos; en el Cementerio General de Santiago, desconocidos vandalizan el memorial dedicado al fundador de la UDI Jaime Guzmán. Los autores no se conocen, pero se presienten: actúan pensando en el otro, al que odian. Poco les importan las consecuencias de un acto que es como una firma, que los sitúa en el mundo y los redime.
Acción y reacción, ojo por ojo; todos saben de qué se trata. Y así vamos. Los místicos dirán que el mundo es perfecto y que la ley del karma es tan inexorable que los dioses casi no necesitan intervenir. ¿Qué acto perverso es la contracara de esa sonrisa que te recibe en casa? ¿Qué simetría infinita te será exigida por esa patada que le diste a un perro al pasar?
T. Águila